Esta tarde el director ejecutivo de Rumbo Colectivo, Tomás Leighton, junto a al presidente de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre, se reunieron con el ministro de Hacienda Mario Marcel en el Congreso Nacional, para presentarle una propuesta redactada por el Área de Políticas Económicas de la fundación, con la colaboración de Cristóbal Otero y Ray Anderson, titulada: “Definiciones hacia un nuevo pacto fiscal”.
El documento fue elaborado atendiendo al llamado que hizo el ministro a los partidos políticos y centros de pensamiento a presentar sus planteamientos sobre los principios generales y áreas que puedan aportar a diseñar una reforma global, con el objetivo de contribuir al debate público generado a partir de la reforma tributaria propuesta por el Gobierno, en materia de impuesto a la renta, impuesto a la riqueza y el combate a la elusión y evasión.
En la primera parte del documento se exponen los argumentos de por qué es necesaria una reforma tributaria en nuestro país, para luego discutir los principales desafíos del sistema tributario actual y finalizar con una serie de propuesta de principios e instrumentos que una futura reforma debe considerar. Entre las propuestas se encuentra un gravamen especial para controladores de grandes empresas, argumentando que el sistema tributario actual permite que las personas dueñas de empresas posterguen su tributación hasta el momento en que retiran utilidades, lo que en la práctica se traduce en que las personas de alto patrimonio posterguen de manera indefinida su tributación personal.
Por estos motivos, se propone crear un nuevo impuesto que grave la renta total devengada para contribuyentes que sean controladores de grandes grupos empresariales. Este instrumento garantiza la tributación personal de los dueños de las grandes empresas e impide que la posterguen de manera indefinida. La base imponible de este impuesto sería la renta total atribuida proveniente de todas las empresas que son de propiedad del controlador, directa o indirectamente. Debido a que este impuesto constituye un adelanto del pago de la tributación personal, el pago realizado por un contribuyente asociado a este impuesto se reconocerá como crédito al momento que un contribuyente realice retiro de utilidades en el futuro. Para la correcta aplicación de este nuevo impuesto es fundamental contar con un registro de beneficiarios finales.
Por otra parte, un Sistema Dual para Pymes con tasas preferenciales, en función de diferenciar aquellas sociedades pymes que son medianas respecto de aquellas pequeñas y microempresas, y con el objetivo de focalizar beneficios haciendo más justo el sistema tributario. Se propone establecer que la tasa de impuesto de primera categoría “IDPC”, correspondiente al 25% que afecta a estos contribuyentes, cambie en función del tramo de ingresos en el que se encuentra la sociedad. Lo que supone la creación de tres tramos de ingreso, segmentados por mediana, pequeña y microempresa, donde las sociedades que se ubiquen en el tramo de medianas empresas, pagarán el IDPC de 25% y este disminuirá cuando baje de tramo, siendo el tramo de las micro empresas las que gocen de una tasa de IDPC menor.
Lo anterior busca que la carga tributaria para las empresas crezca de manera gradual conforme aumenta su volumen de ventas, evitando generar desincentivos a crecer. Los tramos y tasas propuestos pueden considerar mayor progresividad, evitando de esta manera que las sociedades organicen sus ventas de tal manera de posicionarse en un tramo beneficioso. Asimismo, se puede contemplar flexibilidad en el sistema, permitiendo que los contribuyentes excedan los límites de ventas sin modificar las tasas por una sola vez.
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