La protección de la propiedad privada es objeto de permanente debate en diversas disciplinas. Dependiendo de la concepción que se tenga sobre ésta, resulta un medio especialmente funcional para la protección de valores tales como la libertad, la estabilidad, la autonomía y la eficiencia económica, entre otros. Sin embargo, consagrar su resguardo en términos demasiado rígidos obstaculiza las posibilidades de una comunidad política de adecuar sus instituciones y marcos regulatorios en función de las impredecibles circunstancias sociales, económicas y políticas. Por ello, y dada la gran cantidad de derechos e intereses sobre los que incide, la institución de la propiedad privada no puede ser consagrada e implementada en términos absolutos, ni recibir mayor protección que otros derechos. El documento profundiza en esta propuesta y en experiencia comparada que puede servir como insumo para el caso chileno.

    A continuación la minuta: